¿Cómo se diagnostica el dolor de espalda?

Por lo general, un médico y/o un fisioterapeuta podrá diagnosticar el dolor de espalda después de preguntar sobre los síntomas y realizar un examen físico.

En algunas circunstancias puede que sea necesario realizar una exploración por imágenes u otras pruebas si el dolor persiste durante un largo periodo de tiempo, es el resultado de una lesión, o existe una causa subyacente que necesite tratamiento.

¿Cuáles son los tratamientos?

Como se ha comentado anteriormente, debido a las múltiples razones que pueden ocasionar el dolor de espalda, no es posible dar un tratamiento que valga para todos por igual.

El tratamiento para el dolor de espalda dependerá del tipo de dolor que se padezca y de un diagnóstico acertado, cosa que suele ser bastante difícil en ciertos casos complejos y multifactoriales.

En los casos en los que el dolor no es específico, el tratamiento generalista se basa en terapia farmacológica y en la realización de ejercicios que ayuden a aumentar la fuerza y flexibilidad muscular, así como la terapia manual.

Pongamos varios ejemplos para que las cosas estén más claras:

  • Si el dolor viene dado por un problema musculoesquelético, como una contractura o punto gatillo, el tratamiento se basará en la terapia física.
  • Si el dolor está relacionado con el estrés o la ansiedad, la realización de ejercicios de relajación y/o respiración pueden ayudar a aliviarlo y, por supuesto, psicoterapia.
  • Si el dolor puede asociarse a problemas gastrointestinales, como gases o celiaquía descompensada, lo indicado sería encontrar un régimen alimenticio adaptado.

En algunos casos específicos, será necesaria una cirugía.

¿Qué especialista trata el dolor de espalda?

Son variadas las profesiones que pueden encargarse del dolor de espalda. Esta vez, en un puñado de ejemplos variados,asociaremos la enfermedad o patología que lo provoca con el profesional principal que lo trata. Aunque lo ideal y más efectivo es plantearse la opción de un enfoque multidisciplinar, hablaremos solo de profesional preponderante:

  • Espondiloartritis anquilosante → Reumatólogo.
  • Enfermedad de Hashimoto → Endocrinólogo.
  • Pacreatitis → Gastroenterólogo.
  • Trigger point → Fisioterapeuta.
  • TEPT→ Psiquiatra y psicólogo.
  • Intolerancia a la lactosa → Nutricionista (que no dietista).

Por último, estamos obligados a recalcar que el dolor de espalda es un problema de salud y, por lo tanto, debe de ser tratado por sanitarios colegiados.

Es usted libre de hacer con su cuerpo lo que quiera, pero la mejor opción no suele pasar por ponerse en las manos de pseudocientíficos, chamanes y gurús.

Los sanitarios no podemos hacer milagros y cada uno somos de nuestro padre y nuestra madre, es cierto, pero estamos al margen de tradiciones, modas y creencias, trabajamos con herramientas contrastadas y no hacemos promesas vacías.

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